Domingo de Ramos


Chaleco, pantalón y zapatitos nuevos era el compás de espera que marcaban todos los niños de Castilblanco cuando llegaba el Domingo de Ramos, según nos cuentan algunos ya no tan niños, añorando ese día en el que el párroco nos oficia la misa con el color rojo representando la Pasión del Señor, ese último Domingo de la Cuaresma que a lo lejos del horizonte de la Sierra se perdió, y un 17 de Abril de 2011 volvió con mas ganas que nunca. Palmas y túnicas, caramelitos e incienso, bullicio y clamor por Nuestro Santísimo Cristo del Amor, niños con ilusión de acompañar al Señor en su Sagrada Entrada Triunfal en Jerusalén por las calles de su pueblo, al son de unos costaleros, al compas de una banda.

Cada Lunes Santo se inicia el preámbulo para esa larga espera de 365 días hacia el próximo año. Meses de preparativos, de reuniones con los niños, verbenas y convivencias,  ensayos y tertulias, discusiones y sueños, porque nuestros esperado Domingo comienza cuando nuestros capataces Jesús y Valentín unen sus manos para dar ese ultimo toque de martillo y los cuatro zancos del paso vuelven a acariciar el mármol del templo.

En este día, la Iglesia recuerda la Entrada Triunfal de Jesus en Jerusalén  donde fue recibido como un Rey y la gente agitaba ramas en sus manos para saludarlo. La liturgia se inicia con la bendición de los ramos en el porche de la Parroquia, lo que rememora aquella entrada a la Ciudad Santa, y una procesión solemne hacia el Templo, donde se celebra la eucaristía. A continuación se ultiman los preparativos, se forma el cortejo que acompaña al Señor en su Procesión que lo conforman los niños portando palmas, banda de música y los miembros de las Hermandades y Grupos Parroquiales junto a nuestro Párroco. Si hablamos de horarios, en estos dos años de salida ha cambiado buscando una mejora. En 2011 fue de 11 a 15 horas y en 2012, a pesar de la lluvia, hubiese sido de 11 a 16 horas, para este año 2013 volverá a ser de 11 a 15h, retomando el recorrido de 2011.

A día de hoy seguimos trabajando para el próximo Domingo de Ramos, con el único objetivo que tenemos desde el primer día,  calmar la sed de un pueblo que un día perdió ese día tan esperado por los niños y niñas de Castilblanco, trabajamos con ilusión para que en el crepúsculo de esa mañana se levanten con ganas de ir a acompañar al Santísimo Cristo del Amor en su salida procesional, para que vuelvan a tener de nuevo una fecha en la que poder estrenar chaleco, pantalón y zapatitos nuevos.